Continuamos en nuestra cuenta de Twitter con el hastang semanal #LlenaTwitterDeFlores, donde subimos plantas del vivero de Aulaga, hoy Hyacinthus, nombre común Jacinto.
El jacinto es una flor exuberante que nos hará disfrutar con su fragancia y sus vistosos colores. Según el lenguaje de las flores, su nombre significa constancia, cariño, el gozo del corazón.
Pertenece a la familia Liliaceas, es una planta bulbosa y perenne, que puede alcanzar una altura de 25 cm, con 4-6 hojas lineares, carnosas y erectas de color verde intenso. El jacinto se puede cultivar tanto en jardines como en macetas con flores o en recipientes con agua. En todos los casos habrá que plantar los bulbos en el mes de octubre y optaremos por los de mayor calidad y más gruesos. Para obtener grandes floraciones, renovaremos los bulbos cada año. Un aviso importante para jardineros inexpertos: los bulbos de jacinto jamás se deben manipular directamente con las manos porque sueltan una sustancia que puede resultar tóxica para los niños y las máscotas y bastante irritante para la piel en general, más aún si nos llevamos las manos a la cara sin haberlas lavado antes.
En Europa fue introducida en el año 1562 por Turquía. Actualmente Holanda produce alrededor del 95% de los bulbos de Jacinto que se produce en el mundo. Los jacintos se comercializan en macetas y como flor cortada y plantas de agua.
La leyenda del jacinto
La leyenda cuenta que Jacinto era un héroe laconio, hijo de Amiclas y Diómedes, y que su belleza hizo que el dios Apolo se enamorara de él.
Un día los dos enamorados estaban jugando a lanzar el disco y Apolo quiso presumir ante Jacinto lanzándolo con toda su fuerza. Mientras, Jacinto, que no quiso quedarse atrás, intento cogerlo y el disco le hirió de muerte en la sien. Apolo al ver que no podía curarle ni devolverle la vida, le concedió la inmortalidad transformándoles en la flor llamada Jacinto.