consumismo
Consumir Menos es Salvar el Planeta.

El Consumo Responsable es un concepto amplio, pero se puede sintetizar como una forma de consumir pensando en lo que ese consumo conlleva (consumo ético), tanto para la naturaleza (consumo ecológico), como para la humanidad (comercio justo y solidario). El consumo ecológico tiene la regla de las «3 erres»: Reducir, Reutilizar y Reciclar, pero la más importante es la primera, REDUCIR nuestro consumo, porque TODO lo que compramos procede de la explotación de nuestro planeta y requiere energía que siempre contamina. El comercio justo mira que cada trabajador de la cadena comercial reciba un salario justo y digno.

Pero las mentes inquietas no se contentan con esos conceptos básicos, aspiran a interactuar mejor con nuestro Planeta, día a día. Para saber y hacer más, aquí proponemos CUATRO TEMAS importantes para reflexionar y actuar:

  1. Comida: Come verde por tí, por los demás, por los animales, y por el Planeta.
  2. Energía/Contaminación: Usar energía es contaminar.
  3. Materiales/Compras: Comprar menos para destruir menos.
  4. Pensar más allá: Menos televisión, más meditación.

1. ComidaConsumo responsable con la comida

  1. Reduce tu consumo de carne y pescado por tu salud, pero también porque requieren mayor consumo de energía y suelo que los alimentos vegetales (mayor Huella Ecológica). Producir un kilo de carne requiere un promedio de 7 kilos de alimentos vegetales.
  2. Muchas especies de pescado están en peligro por su sobreexplotación pesquera. Los peces de piscifactoría consumen otros peces, algunos de los cuales están también amenazados por este consumo indirecto. Además, en las piscifactorías se medica a los peces para evitar infecciones, medicamentos que pasan luego al ser humano. Algunas especies que no deberíamos consumir son: merluza, bacalao, gambas y langostinos de acuicultura, salmón, atún, rape, lenguado y todas las especies de piscifactorías como doradas y lubinas.
  3. Consume productos locales y de temporada, buenos para el desarrollo económico local, y reducen la contaminación del transporte. No consumas transgénicos (OMG) y, si puedes, consume productos de agricultura y ganadería ecológicas. Entérate de las cooperativas agrarias ecológicas de tu zona o de asociaciones de consumidores ecológicos, y colabora con ellos. La producción de abonos y pesticidas químicos requiere un enorme gasto energético.
  4. No consumas alimentos congelados o de lejana procedencia (como piñas, kiwis…): Requieren mayor gasto energético.
  5. Aceite usado: No debes tirarlo al desagüe, ni a la basura. Puedes usarlo para hacer jabón, o donarlo a organizaciones que lo utilicen (pregunta en tu ayuntamiento).
  6. Planta hortalizas ecológicas, en tu casa: Sólo necesitas una maceta, sol, agua… y algo de paciencia. Abona con compost que tú mismo puedes fabricar.

2. Energía/ContaminaciónConsumo responsable de Energía

  1. Electricidad: Contratar electricidad 100% renovable es más barato.  Ahorra apagando luces, reduciendo la temperatura y tiempo de la calefacción, bajando el brillo de tu pantalla…
  2. Mejor SIN pilas: La producción de pilas eléctricas es muy contaminante y no se pueden reciclar. Si no puedes evitarlo, usa pilas recargables.
  3. Usa transporte público, haz turismo local o solidario, no corras con el coche, y usa gasolina BioDiesel (agrocombustibles) sólo si es de producción nacional (no quememos en nuestros coches la comida de otros países). Usa la bicicleta por tu salud y la del Planeta.
  4. No uses los desagües o el inodoro como vertedero, pues contaminan el agua. Pregunta donde depositar electrodomésticos, pilas, bombillas, tubos fluorescentes…
  5. No abuses de los adornos, ni siquiera en Navidad. Los árboles navideños vivos acaban muriendo casi siempre. Aprende a plantar tus propios árboles con esta Guía para Plantar Árboles.
  6. Reduce el consumo de detergentes (gel, champú, anti-cal, suavizantes, lejía…): contaminan en su fabricación y en su uso. ¿Puedes usar menos cada vez?

3. Materiales/ComprasConsumo responsable en las compras y en los materiales

  1. Piensa cómo ahorrar agua: Cierra ligeramente la llave de paso del agua (baja la presión y se consume menos), usa lavavajillas y lavadora sólo si están llenos y con programas cortos, evita ensuciar muchos platos y mucha ropa, recoge agua de lluvia para regar y usa riego por goteo, usa el agua de la ducha para regar macetas… Gastar agua consume energía.
  2. Piensa cómo ahorrar materiales: Evita comprar productos que luego estorbarán en casa, examina cómo la publicidad pretende convencernos. Las actividades mineras contaminan muchísimo (para obtener un gramo de oro hay que remover una tonelada de roca y utilizar unos 200 gramos de cianuro, potente veneno que contamina ríos y mares). Aprende «La Historia de las Cosas» con este documental de 20 minutos.
  3. Más madera, no por favor: Los países ricos consumen gran cantidad de madera procedente de fuera de sus fronteras, de lejanos bosques, sin preocuparse de su origen. Desaparecen bosques tropicales y especies animales y vegetales. Solución: comprar menos, asegurarse que la madera es extraída lo más cerca posible y que tiene el sello FSC que garantiza que la madera se ha obtenido de un bosque bien gestionado. Pregunta en la tienda de muebles por el sello FSC. También desaparecen bosques para fabricar aceite de palma, por lo que éste es un ingrediente que debe evitarse (está presente en muchos productos: galletas, champús, chocolates…).
  4. Reduce envases y bolsas de plástico: Consumen recursos que acaban en la basura… Si puedes, bebe agua del grifo, no envuelvas los regalos…
  5. Compra productos para compartir: Evita productos en envases individuales, especialmente en lata, pues la producción de metales es muy contaminante (el atún en lata es, por tanto, algo que no deberíamos comer).
  6. Utiliza y pide los contenedores de reciclado cerca de tu casa, y uno más para compostar la materia orgánica. Aplasta los envases para minimizar su volumen.

4. Pensar más alláPensar más allá de lo elemental, para mejorar nuestro consumo responsable

  1. Piensa en lo que puede esconder cada compra: En general, si un producto es muy caro estarán abusando del comprador, y si es muy barato estarán abusando de los productores (muchas veces empleados en países pobres casi sin derechos, ni condiciones laborales adecuadas). No es fácil descubrir lo que esconde cada producto, pero al menos, es útil pensar en ello antes de comprar, tal vez… compres menos, y en lugares y marcas que te ofrezcan alguna garantía.
  2. Al comprar cada producto estamos colaborando con una empresa. Asegúrate, en la medida de tus posibilidades, que esa empresa tiene un comportamiento aceptable, tanto social como ecológico. También en las inversiones bursátiles o bancarias: Asegúrate que  tu banco sea ético en sus operaciones (que no financie actividades contaminantes o bélicas, que no abusen de sus trabajadores…). Si eres accionista, pide que la empresa efectúe un examen de «daños» medioambientales y sociales.
  3. Difunde esta web, y busca otras similares, como la famosa Cadena Verde (www.cadenaverde.tk).
  4. Evitemos el efecto rebote: Las mejoras en eficiencia y ahorro energético suelen generar aumentos en el consumo. Instala energía solar, pero no consumas más. Intenta no estar endeudado, ahorra, e invierte tu dinero en cultura, ser socio de ONGs, comida ecológica…
  5. ¿Sabes lo que es la Huella Ecológica? Es la cantidad de tierra que necesitas para vivir con tu estilo de vida. Calcula tu Huella Ecológica en alguna página de Internet, y piensa si habría tierra suficiente si todos los habitantes del Planeta vivieran como tú.
  6. Más ideas: Usa bombillas de bajo consumo y olla a presión, piensa porqué no es ecológico fumar, no compres ropa si puedes evitarlo, lavando con agua fría se ahorra más del 80% del consumo de la lavadora, no pases frío en verano por el aire acondicionado, exige a tu ayuntamiento ahorrar en iluminación (reducir la contaminación lumínica), hazte voluntario de alguna asociación, o crea la tuya propia, aporta tus sugerencias y denuncia lo que consideres injusto…

No es posible, ni sostenible, que todos los habitantes del planeta consuman tantos recursos como los habitantes de los países ricos. Como ciudadanos podemos contribuir a mejorar o empeorar el estado del Planeta, en lo social y en lo ecológico. La contaminación global y el Cambio Climático son también por causa del consumo abusivo de bienes materiales.

Está en tu mano decidir qué hacer. Las sugerencias de arriba son sólo conceptos básicos por los que empezar, pero seguro que tú descubres más detalles adaptados a tu forma de vida.

La Bioeconomía de Georgescu-RoegenGeorgescu-Roegen, economista ecológico

Nicholas Georgescu-Roegen (1906-1994) fue un economista rumano, uno de los padres de la «Economía Ecológica» (junto con Herman Daly, Bertrand De Jouvenel…). Aportó argumentos científicos para las 3 erres y su obra «La Ley de la Entropía y el Proceso Económico» (1971), es clave en la teoría del decrecimiento económico. Podemos sintetizar sus aportaciones en seis puntos:

  1. Este economista ecológico aplicó el segundo principio de la termodinámica (Ley de la Entropía), a la economía. Este principio dice que en todo movimiento de energía, siempre hay parte de la energía que se degrada, que se pierde para el aprovechamiento humano. Así, definió el «cuarto principio» de forma similar al segundo pero con la materia, concluyendo que durante el uso de materiales siempre hay una parte que se degrada que es imposible de recuperar, ni con los métodos más futuristas de reciclado.
  2. Su conclusión más importante es que el crecimiento económico no es la solución a los problemas económicos, y es la principal causa del problema ambiental: «Es imposible un crecimiento exponencial indefinido en un medio ambiente que es finito».
  3. Defendió una disminución de la población hasta que pueda alimentarse con agricultura ecológica. También remarcó la gravedad de fabricar mercancías con alto coste ecológico (coches, autopistas, carne y pescado intensivamente…).
  4. Decía que «las ventajas de la mecanización son incuestionables», pero «tales ventajas no dejan de tener un precio», por lo que hay que reflexionar para distribuir bien los finitos recursos del planeta, entre todas las generaciones.
  5. Le preocupaba el poco uso industrial de la energía solar y el problema de los residuos, proponiendo seriamente cerrar los ciclos de materiales (ley de las 3 erres, pero principalmente Reducir y dejar de producir basuras): Los ciudadanos de los países ricos deben ser conscientes de los «crímenes bioeconómicos» que suponen actos como cambiar de coche o de teléfono, redecorar sus casas… Es preciso superar las modas, orientar la fabricación hacia productos de alta duración, y facilitar la reparación de los bienes (no tirar unos zapatos por un cordón roto): Sacar el máximo partido a todo lo que usamos. El documental «La Historia de las Cosas» (20′) te mostrará lo que provocas cuando compras algo, porqué sobran los basureros y muchos temas más (obsolescencia programada y percibida, tóxicos, globalización y externalización de costos…).
  6. Georgescu-Roegen ofreció argumentos científicos para actuar siguiendo las máximas ecologistas, como la conocida Cadena Verde y las 3 erres, para aprovechar al máximo los recursos, desde los calcetines, al coche, el ordenador, o un lápiz. La clave es simple: austeridad, i.e., ahorro energético y material.