El Día Mundial del Hábitat, que se celebra el primer lunes de octubre de cada año, hace énfasis en el mandato de la ONU-Hábitat de promover políticas de desarrollo urbano sostenible que garanticen asentamientos adecuados para todos.
El tema de este año, es la gestión de residuos sólidos municipales.
En 2010 se estimó que diariamente se producen 0.8 kilogramos de residuos por cada persona en el mundo, y se espera que para el año 2025 la cantidad total de desechos generados se triplique a 5900 millones de toneladas anuales, debido al aumento en el consumo y a las estrategias ineficaces de gestión.
A menudo, las ciudades gastan una gran parte de su presupuesto en la gestión de los residuos sólidos; no obstante, debería tener mayor prioridad en las agendas de las ciudades, de sus habitantes y de los gobiernos nivel nacional y local. Las ciudades deberían aspirar a convertirse en «ciudades que manejan responsablemente sus residuos».
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el Acuerdo de París y la Nueva Agenda Urbana (NAU) abordan la cuestión clave del manejo de los desechos sólidos. El objetivo ODS 11.6 es reducir el impacto ambiental negativo per cápita de las ciudades, prestando especial atención a la calidad del aire y a la gestión de los desechos municipales.
Asimismo, el indicador 11.6.1 se refiere al porcentaje de residuos sólidos urbanos recolectados periódicamente con descarga final adecuada respeto al total de los desechos generados por la ciudad.
La NAU se compromete con «la gestión ambientalmente racional y la minimización de todos los desechos». Conforme al Acuerdo de París, los compromisos asumidos nacionalmente por muchos países incluyen medidas para la gestión de los desechos a fin de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Para traducir los compromisos del gobierno nacional en acciones prácticas y sostenibles a nivel local, se necesita el apoyo de una red de actores y de las autoridades locales que tomen la iniciativa para maximizar las oportunidades de asociación.